lunes, 9 de enero de 2012

Unidad Didáctica

Texto Poético

LOS PATITOS

TODOS LOS PATITOS
SE FUERON A BAÑAR.
EL MÁS PEQUEÑITO
NO SABE NADAR
SU MAMÁ. ENFADADA,
LE QUISO PEGAR,
Y EL POBRE PATITO
SE PUSO A LLORAR.

1. Actividades

- Contesta las siguientes preguntas:

·         ¿Dónde fueron los patitos?
·         ¿Qué le pasaba al más pequeñito?
·         ¿Cómo estaba su mamá?
·         ¿Qué quiso hacerle su mamá?
·         ¿Cómo se puso el patito?

-Relaciona según como suenen:

Patitos                                                                                                Nadar
Pegar                                                                                                  Llorar
Bañar                                                                                                  Pequeñitos

-Adivinanza


¿Cuál es el animal

que es dos veces animal?



(El gato, porque es gato y araña)

-Describe y colorea tu mascota o la que te gustaría tener

-Por grupo de 4 o 5 escoge una poesía de un libro que el profesor le proporcione de la biblioteca y que lo representen

-Pregunta por casa otras poesías, aprenderlas y recitarlas en clase.

2. Metodología

-          Participativa (padres, familiares, vecinos, alumnos, profesores).
-          Investigación individual y por grupos.
-          Cooperativa (trabajos en equipo).
-          Exposición (lecturas, grabaciones etc).
-          Lúdica.

3. Recursos

-          Biblioteca de aula y de centro.
-          Ordenador.
-          Grabadora.
-          Recursos humanos (familia, cuentacuentos etc).
-          Bibliografía: “Leer con Gloria Fuertes” Ed. Susaeta. Libro de texto de Lengua para Educación Primaria Ed. Santillana.
-          Internet: www.google.com.

4. Evaluación

-          Conoce textos populares de tradición oral.
-          Manifiesta curiosidad e interés por conocer los textos de tradición oral. 
-          Participa en la elaboración del libro que recopila el material trabajado.
-          Utiliza estrategias de investigación para obtener la información requerida (consultar a personas, libros, internet etc).
-          Valora las distintas aportaciones de las diversas culturas.

Diario

Querido Diario:

Hoy comienzan mis octogésimas-sextas Navidades, y como es de prever las pasaré rodeada de la familia pero éstas no serán como las de todos los años, más adelante entenderéis por qué.
Ahora os explico porque una señora de tan avanzada edad escribe un diario, ya que este tipo de cosas es para jovencitas, pues bien este año me he decidido hacerlo porque quiero dejar un trocito de mi para cuando no esté y que mi familia sepa porque es para mí tan importante la Navidad.

Las Navidades para mi es la época más especial del año porque siempre se llena de magia y de recuerdos felices, ya que hace ya más de setenta años que conocía al que es ahora mi maravilloso marido, ésta es una historia que más adelante os contaré.

Para estas Navidades, hemos preparado todos juntos la decoración de la casa, desde los más pequeños, los cuales han hecho dibujos y los hemos colgado en el árbol, pasando por el belén  que ha sido montado por los jóvenes de la casa, donde siempre se estaban peleando por donde poner las figuritas y hablando de chicos, chicas y cuantas había suspendido cada uno y luego los mayores se dedicaron hacer galletas y ayudar a los más pequeños con el árbol, pero como ya os he comentado estas Navidades no son como las demás, ya que este año uno de nosotros está un poco perdido y no encuentra bien su lugar, y eso es debido al Alzheimer, aunque no por ello estas Navidades han dejado de ser mágicas y especiales, ya que ya llevamos unos meses con esta dura enfermedad, y es lo que me ha hecho escribir este diario y contar un poco lo que ha sido mi vida con él, porque ha sido como vivir siempre en Navidad.

Esto como ya os he dicho comenzó hace setenta años, y como no le conocí en Navidad, estando en la Plaza Mayor, a donde siempre he ido con mi familia en la mañana del veinticuatro. Era 1941 y esa mañana me levanté con más energía que nunca me acicalé y me fui corriendo a dar los buenos días a mi madre, para que se diera prisa e ir cuanto antes a la Plaza Mayor. Cuando llegamos, nos sentamos en la misma chocolatería de siempre y ahí estaba él, con su uniforme y tan guapo como siempre; se sentó en la misma chocolatería y no paraba de mirarme, lo que no entendía, ya que él estaba sentado con una joven bellísima. Al tiempo, vi como se levantaba y se iba, y a mí me dio un vuelco al corazón de pensar que nunca más le iba a ver aunque como ya os he dicho me pareció un descarado; a la media hora yo seguía sentada con mi familia y ya estábamos a punto de irnos cuando de repente vi que entraba en la Plaza un joven apuesto, cuando se iba acercando poco a poco le reconocí y era él, se acercó hasta nuestra mesa y le pidió a mi padre por favor si algún día podía invitarme a salir, lo que mi padre un poco prudente le dijo que sí pero antes debía pasarse a tomar café por casa, y ahí empezó lo que podemos decir la historia más bonita que nadie puede recordar. 

Un beso. Luisa.










Queridos seguidores:

Hoy es veintiséis, los dos primeros momentos de reuniones se fuero, todo fue muy bien, los pequeños se divirtieron mucho, no estuvieron quietos ni un minuto y eso que por nuestro piso no pone ni un pie el gordo de rojo, los jóvenes estuvieron en el PC, viendo pelis y oyendo ruido porque lo que ellos oyen no se le puede decir de diferente estilo, nosotros los viejos, en el grupo donde yo me encuentro, estuvimos diciendo idioteces de nuestros lustro.

Luego, todos juntos nos divertimos muchísimo con el Bingo, y como no, discernimos unos con otros, porque siempre ponemos un poco de dinero pero siempre son discusiones muy débiles, en donde siempre nos reímos.

Hoy hemos decidido ir todos en coche y terminé deteniéndome en Toledo y volvimos con un poco de luz del sol.

Bueno como sé qué queréis seguí leyendo como fue mi cuento, os seguiré escribiendo sobre ello. Comenzó escondiéndose el sol, y retumbo de repente el sonido del timbre, es él pensé yo, y descendí un poco, viendo de ese modo como él, fuerte y con tesón, pisó y entró sin ningún miedo, le hicieron ir donde nos solemos reunir. Yo seguí teniendo en la mente como se presentó si él en el primer momento que le vi no estuvo solo, es decir, fue un joven morrudo y sin estilo. Seguí descendiendo, giré y me encontré con él de frente, siguió sin detenerse ni un segundo, donde yo sin discurrir ni un minuto me giré y le pregunté: no sé por qué viniste y como tienes ese poco estilo y te ríes de mujeres increíbles, él sin entender porque le comenté eso me contestó y me dijo: yo lo único que quiero es ser uno contigo y que el nudo que siento en el vientre en todo momento que te veo siempre esté, yo me quedé inmóvil y supe que por muncho que el tiempo corriese, él y yo nos convertimos en uno. Yo seguí dirigiéndome, donde mi progenitor que se eternizó en el progreso de todo el crepúsculo. Ese tiempo fue como vivir un sueño, todo se convirtió en perfecto y yo sentí eso que él dijo ese nudo que no permitió que ingiriese ningún ente comestible. Ese momento terminó, como si corriese un hilo de luz, pero no terminó sin que él dijese el momento donde nuestros nudos se hiciesen de nuevo.

Esto es el segmento que os escribiré por hoy, en el próximo momento que continúe escribiendo os describiré lo que es el hermoso momento que se puede vivir con un hombre estupendo y sorprendente.

Un beso. 










Querido Diario:

Hace ya varios días que no te escribo y se va acercando el cambio de año, a mi ya no me hace tanta ilusión como a mis nietos, que les encanta eso de irse de fiesta, aunque yo nunca lo he celebrado así, en mi casa siempre se celebraba en familia.

Estos días hemos estado haciendo cosas muy divertidas, siempre intentando que todos lo pasáramos bien, aunque como ya sabéis los jóvenes siempre sueles ser muy protestones. Eso sí, nunca se me olvidará en este verano cuando estuvimos en Cádiz en la playa, fuimos todos juntos y lo pasamos de maravilla, vi como aprendían a nadar los más pequeños, siempre ayudados por algún mayor, y cuando no estaban en el agua se lo pasaban fantásticamente haciendo castillos de arena, las jovencitas estuvieron todos los días pegadas al sol, y se volvieron tan oscuras que casi ni las reconocía; los chicos, como siempre, haciendo gamberradas de las suyas aunque algún adulto siempre tenía un ojo puesto en ellos, luego yo y mi amado, siempre sentados bajo la sombrilla descansando y de vez en cuando jugando con alguno de ellos.

Otro de los momento más felices de este año, fue cuando renovamos nuestros votos matrimoniales, fue en Abril, todavía no le había llegado esta enfermedad tan mala, era como cuando el día que nos casamos lluvioso pero a la vez salía entre las nubes unos pequeño rayos de sol, nos volvimos a reunirnos otra vez toda la familia, y fue un día inolvidable; Todos íbamos guapísimos, la ceremonia comenzó a eso de las once y media de la mañana en la Iglesia de San Manuel y San Benito, fue preciosa a mí se me saltaron las lágrimas y seguramente a más de uno de los que estaban allí. Luego, fuimos a comer a un restaurante familiar, en donde conocemos a los dueños prácticamente desde que éramos pequeños, y así también lo celebrábamos con ellos este día tan mágico; Terminamos muy tarde, pero aunque estaba muy cansada mereció la pena.

El último momento que recuerdo con mayor ternura fue el nacimiento de mi última nieta, nació en vísperas  de Navidad, nadie nos lo esperábamos ya que se adelantó dos meses, a mi amado ya le había empezado a deteriorar la enfermedad pero aun así seguía recordando algunas cosas, al ver aquella cosita tan bonita él sonrió, como al niño que le dan una piruleta; fue la imagen más bonita que un abuelo y su nieta pueden representar, a mi me entró la llorera y no puede más que pensar que cuando una vida se va otra igual de hermosa se hace aparecer.

Esos momentos fueron los más bonitos de este año, el cual ha sido un poco agridulce.

Un beso. Luisa.











Querido Diario:

Hoy ya es el día en el que el año finaliza, iremos a comer todos juntos al mismo restaurante de siempre, luego, irán a ver los puestecillos de Navidad, mientras preparo la cena junto con alguien que se ofrezca a ayudarme, ya que yo sola no puedo porque está también el cuidado del abuelo.

Este día me ha hecho reflexionar sobre todos los momentos difíciles que he podido pasar este año ninguno de ellos es muy duro excepto la enfermedad de mi marido, yo me di cuenta en el primer momento ya que somos uno, él empezó a olvidar cosas cotidianas, como donde está la corbata, el café o a qué hora podían su programa favorito, el cual nunca se perdía, eso me hizo sospechar lo que llame a uno de nuestros hijos y le comenté lo que estaba sucediendo, él me dijo que no me preocupara que eso era normal en papá siempre había sido muy despistado, yo le hice caso pero seguí preocupándome por lo que entonces descolgué el teléfono de nuevo y llamé al doctor me dijo que me pasara a última hora, que tenía un hueco libre y podía echarle un vistazo, y así hice, a las siete de la tarde nos acercamos media hora después salimos con la noticia, a mí se me llenaron los ojos de lágrimas pero él tan duro como siempre dijo que no me preocupara que el doctor había dicho que no era del todo seguro, llegamos a casa y como todos los días, cenamos y nos acostamos, aunque desde que habíamos salido de la consulta estuvo más callado de lo normal. Esta nefasta noticia no se nos confirmó hasta unas semanas después, donde reunimos a toda la familia para contarles la noticia, todos se quedaron paralizados, él siempre había sido un hombre con muchísima vitalidad, siempre haciendo bromas e inventando cosas para hacer todo juntos; aun así todos lo encajaron de la manera que pudieron y sin derramar ni una sola lágrima, ya que todos delante del abuelo quería hacerse los fuertes, desde ese momento tuvimos en casa más visitas que nunca y todos querían disfrutar de él antes de que no se acordara ni de hablar.

Al lado de esta terrible noticia las demás se quedan como pequeños baches sin importancia como pueden ser la rotura de mi brazo, la cual me hice al tropezar con el escalón del ascensor, o la vez que me robaron la cartera en la panadería debido a que se me cayó sin darme cuenta.

Al recordar todos estos momentos, se me viene a la cabeza la angustia que pasé hasta que volví a ver aquel joven apuesto y un poco descarado, que había venido a tomar café a mi casa con mis padres. Esto sucedió ya comenzado el año 1942, en el que en la víspera de la noche de reyes, volvió a sonar el timbre, ese día no esperábamos a nadie,  ya que siempre solíamos pasarlo tranquilamente en casa sin ninguna visita; Me acerqué a la puerta, ya que era la que estaba más cerca y tenía curiosidad por saber quién era, miré tras la ventana y vi un joven con la cabeza agachada y todo vestido de negro, eso me asustó un poco pero a la vez me intrigó y con precaución y curiosidad abrí la puerta, en ese instante él levanto la cabeza; al principio, no le reconocía debido a que estaba muy demacrado y con bastantes ojeras pero sorprendida pregunté qué haces aquí , a esa misma vez mi padre gritaba desde el salón ¡niña! ¿Quién está en la puerta, invítale a entrar y cierra que hace mucho frío?, mi padre siempre era muy exagerado con el frío pero aun así antes de que me contestará le invité a entrar hasta el salón donde se encontraba mi padre, allí estaba leyendo el periódico y levantó la mirada y preguntó con cara un poco de incertidumbre, que era lo que se le ofrecía, él con cara desangelada contestó, señor vengo a explicarle mi falta de educación de no haberme acercado antes por aquí para pedirle permiso para poder salir con su hija y haberles hecho pensar que habían desperdiciado el tiempo conmigo pero esto se debe a que mi padre a muerto y ha sido un palo muy duro para todos nosotros debido a que era un hombre sano y joven, siento por ello no poder invitar a su hija a salir hasta dentro de unas semanas, mi padre se levantó enseguida y le dio el pésame y le dijo que no se preocupara que entendía los motivos por los cuales no había podido venir antes y le dio las gracias por haber sido tan amable de acercarse en tal situación para dar explicaciones. Y ese fue otro de los momentos más impactantes de mi vida y ahí volví a darme cuenta de que lo nuestro era sincero.

Un beso. Luisa.










Querido Diario:

Ya hemos comenzado el nuevo año y todos estamos llenos de energía y buenos propósitos, aunque como todos sabemos muchos de ellos no los cumpliremos, al llegar a esta edad casi el único de deseo que tienes es que el Señor te de salud para poder seguir disfrutando de los tuyos, pero si es verdad que el año pasado tenía más sueño que este ya que me había propuesto muchas cosas las cuales no puede cumplir debido a la enfermedad de mi queridísimo marido.

El sueño que más pena me dio no poder cumplir, era que yo quería haber celebrado mis votos matrimoniales en París, ya que siempre he querido ir y nunca tuve oportunidad de viajar, debido a que en ese momento nuestra economía no nos lo permitía; me hubiera gustado haber podido pagarles el viaje a todos mis hijos con sus respectivas familias y haberlo celebrado todos juntos en la cuidad más romántica del mundo, eso sí, como es evidente nunca tendré tanto dinero como para poder pagarles el viaje a todos; aun así me hubiera gustado por lo menos haber ido una semanita como si fuera nuestra luna de miel, ya que en su momento no pudimos disfrutar de ella, pero eso se quedó en un sueño roto.

El otro deseo que tenía, en este año ya pasado, era que mi hijo viniera de Afganistán, donde le mandaron destinado hace ya más de tres meses, esperaba que llegara para pasar las Navidades con nosotros, ya que sólo podemos hablar con él dos veces al mes como mucho, y no me gusta nada que esté allí eso me tiene muy preocupada, pero bueno la última noticia que tengo es que viene para finales de febrero así que una maravillosa noticia.

Y por último, lo que me hubiera encantado como yo creo que a todo el mundo era que me hubiese tocado la lotería para así poder repartir el premio entre todos mis seres queridos, me jugué 200 € en lotería y lo único que me tocó fue el reintegro y en uno de los décimos me tocaron 120 €, con lo que puede invitar a mi familia a comer el día en el que el año terminaba.

Pero sin duda el recuerdo más feliz de mi vida fue cuando me casé, era yo todavía muy joven pero sabía que no me equivocaba porque estaba verdaderamente enamorada de él. Era el mes de Abril, como ya recordaréis de días anteriores, él iba muy elegante y tan apuesto como siempre y fui muy sencilla con un vestido blanco y un velo que hacía juego, el pelo lo llevaba con un recogido y con una horquilla, la cual tenía unos pequeños brillantes. Fue todo muy romántico, eso sí, familiar y sin ningún lujo; Un día para recordar.

Un beso. Luisa.











Querido Diario:

Hoy es el día de Reyes, el más especial para los niños, en casa se vive un ambiente de calor y alegría.

Hoy todos dormimos juntos en la casa del campo, donde siempre se percibe un olor a galletas y a libertad. A la hora de cenar, mientras nosotras nos encargamos de la cocina, los hombres se ocupan de la hoguera, ya que son más apañados para esas cosas. Siempre cenamos ligero, para así podernos ir todos rápido a la cama, aunque como es de costumbre los jovencitos siempre protestan porque quieren hacer de mayores y quedarse despiertos, pero los más pequeños salen volando a dormir, porque ya saben que cuando antes se acuesten más pronto vendrán los Reyes, y ellos son los que convencen a los niños mayores de que se vayan antes a dormir pero nunca antes de poner agua fresca para los camellos y leche y algún dulce para los Reyes Magos. Duermen mezclados mayores y pequeños, el motivo es por si alguno de los pequeños necesita ayuda porque tengan miedo o necesiten beber agua o hacer pis.

Por la noche hay un silencio sepulcral, no se oye ni el más mínimo seseo de una mosca, los mayores nos dedicamos a lo que ya todos sabéis.

A la mañana siguiente, bueno si se puede decir mañana, todos los niños se despiertan y van corriendo al salón donde ven emocionados como los Reyes han dejado en los vasos la rugosa marca de sus labios, ven como los dulces han sido comidos y como alrededor del barreño de los camellos están todo salpicado de gotas de agua, y seguidamente todos se ponen delante de sus zapatos, lo cuales han dejado brillantes y relucientes para que les dejarán allí los regalos; hay de todos los colores: verdes, rojos, azules y amarillos; algunos de ellos tiene un gran lazo de raso y otros una enorme tarjeta escrita por ellos; son muy pacientes ya que esperamos abrir los regalos uno por uno y ninguno rechista, al contrario, todos se emocionan al ver abrir los regalos; siempre hay desde el típico pijama, suave como las nubes, pasando por muñecas, que hacen ruidos espantosos cuando lloran. A mí, lo que más me emocionó estas Navidades, fue el vídeo que todos nos grabaron, era maravilloso, todos nos daban ánimos para seguir adelante, y nos decían cosas muy tiernas, tanto me emocionó que lloré como una magdalena.

Este día reyes fue uno de los más bonitos de mi vida, por lo que decidí seguir escribiendo el Diario y no terminarlo aquí, para así poder contar todos mis sentimientos y lo maravillosa y afortunada que ha sido mi vida; Ahora a mis ochenta y seis años puedo decir con seguridad, que soy plenamente feliz, a pesar de lo que vosotros ya sabéis.

Un beso. Luisa.