El equipo del programa ha trabajado con el objetivo de realizar una adaptación fiel de la obra de teatro, respetando el guión, la puesta en escena, el casting y la dirección artística para mantener el teatro más puro, también en la pequeña pantalla. Se trata de una obra de producción propia que refuerza la apuesta de la cadena pública por productos de calidad.
Andrés Luque es el encargado de llevar esta obra a las pantallas de TVE. El director y realizador tiene un objetivo y es que la obra "funcione en televisión como lo ha hecho en el teatro y que los espectadores tenga la misma satisfacción al verla". "Es importante mantener la esencia y la estructura de la obra teatral, con ritmo televisivo".
Urtain ha triunfado sobre los escenarios entre el público y la crítica. Con sus nueve galardones en los Premios Max (conocidos popularmente como los ‘goyas’ del teatro), entre ellos, los de mejor espectáculo, director y actor principal, este proyecto se convierte es una apuesta firme por el teatro en la televisión.
En Urtain se recrea la vida del ex campeón de Europa de los pesos pesados que, aunque gozó de gran fama y popularidad, acabó con su vida. Es ese el punto de partida de la obra, en la que se descubre a este mito, en un viaje hacia su origen. Y como espacio escénico, un ring de boxeo donde los actores se desdoblan en personajes distintos y donde se desarrollan diferentes registros, con contrastes de tristeza y humor. Además, Urtain es un recorrido por la sociedad de la época del franquismo, a través de la figura del mítico boxeador vasco.
Roberto Álamo, en el papel protagonista, es muy conocido por su papel de Juan en Águila Roja y por otros muchos trabajos en teatro y cine. Raúl Arévalo ha participado en series como Cuéntame, y ha interpretado numerosos papeles protagonistas en cine. También destaca en el reparto el actor Alberto San Juan, al que vimos en la serie Pelotas de TVE, y que cuenta con numerosos papeles y premios en su carrera.
Nos referimos a la obra como clásica: dos o tres personajes en conflicto y un coro, encarnado en maestro de ceremonias de una velada de boxeo, que conduce las transiciones, evoluciona con la obra e introduce el humor. Además, la estructura de 'cuenta atrás' de Urtain, desde su muerte hacia su nacimiento, perfila al protagonista-héroe como un mito de tragedia clásica. Conocemos su peripecia de antemano así que la propuesta es un viaje al interior de su alma.
Como en una tragedia clásica, el héroe lucha contra lo que no tiene enmienda, heredando los conflictos de sus antepasados y linaje. "Urtain habla de tres grandes temas tabúes: el boxeo, que en Europa es una cosa casi sucia; el suicidio, la principal causa de muerte, no por enfermedad, del mundo moderno; y hay un tercer tema tabú: la fragilidad humana. A través de un hombre que se vendía como el hombre más fuerte de España, se habla de la fragilidad universal. La obra hace un viaje que funciona y provoca empatía”. La fragilidad del personaje supera cualquier cliché de boxeador sonado del que su entorno se aprovecha.
El camino de Urtain en la obra, desde el suicido y la derrota hasta el éxito y la ambición, se opone al trayecto de España, desde la democracia hacia el franquismo. Los hitos de nuestra historia contemporánea señalizan las transiciones de las escenas, mientras se suceden las canciones de Raphael y éxitos de los 70.
Él se suicida unos días antes de los JJ.OO. de Barcelona 92. Pero esa España que culmina en los JJ.OO. deviene en esta extraña democracia. Si Urtain viviera sería un personaje de La noria, estaría en un programa de escarnio público. Es el primer gran famoso de España. Inauguró otro nivel porque era el simpático, el sociable. El tipo con carisma del que a la vez se reía la gente porque era el paleto noble. Urtain estaba muy indefenso ante ello.
El deseo de trascendencia de Urtain convive con su carácter generoso y tradicional. Su mitad activa desea la fama, su mitad pasiva se deja mangonear. También fue víctima de sí mismo. El deseo te hace moverte pero también te condena y te hace prisionero. El sexo también es una fuerza muy importante en Urtain y en la naturaleza humana, que es de lo que habla la obra.
José Manuel Ibar Azpiazu 'Urtain', ‘El tigre de Cestona’, un tipo que se pregunta en escena por qué todo lo que hace tiene que ser siempre tan sucio, que necesitaba agradar y se fue alcoholizando y hundiendo en un agujero, es el trágico y luminoso protagonista.